Tienen su propio estilo musical, responden a un
mismo bagaje cultural, la edad no tiene límites y la fantasía se vuelve la puerta de entrada hacia un mundo
que coexiste con el nuestro, el anime como cultura emblemática del hoy, está sustentada en muchas aristas que el
contexto nos presenta como un abanico de infinitas posibilidades.
Atreves de canciones muy movidas que evocan
incluso del más rígido personaje, a mover los dedos al son de su ritmo, es
imposible no dejarse cautivar por estas tramas muy diferentes a lo que nos han
mostrado los dibujos animados tradicionalistas, el amor y el sentido del honor
son valores muy marcados en estas historias que pone en perspectiva el estilo
de vida que llevamos hoy por hoy.
Para quienes crecimos con Micky Mouse y Bugs
Bunny nuestra idea de diversión era la comedia grafica en la que un conejo
ponía un taco de dinamita en el bolsillo de un cazador como un signo de sus más
marcadas travesuras, ahora aquellos animalitos animados han cedido la posta ninjas,
samuráis, héroes cibernéticos y al drama de los estudiantes adolecentes que
nunca faltan, para que ahora podamos revivir aquellas emociones primarias, como
el primer beso o la primera vez que tomamos una escoba y nos sentimos súper
poderosos.
Los jóvenes ecuatorianos conviven con un
fragmento inherente de la cultura japonesa, que ha llegado para quedarse,
trayendo nuevos mitos y nuevas ritualidades que se fijan en la retina de quien
mira, vive y transpira anime.
El cosplay, el K-Pop, el karaoke anime, las
figuras de acción, los artículos de las series de culto y la expresividad
verbal y no verbal que está presente en todos y cada uno de los jóvenes en
crecimiento y los adultos que pueden volver a sentirse niños, marca un hito en
la modernidad que nos limita a ser más individualistas.
Naruto, Dragon Ball Z, Saint
Seiya, Claymore, Dead Note, Sakura Card Captors, One Pace y la lista sigue, los nuevos héroes que
tienen un poco de cada rincón del mundo, con un protagonista que en el cual nos
reflejamos, con una utopía romántica que todos anhelamos completar concluir, un
grupo de amigos que se asemejan a los nuestros con los todos hemos vivido
grandes aventuras.
Sean entre las paredes de una institución, en
los templos antiguos de Grecia, con una
espada buscando la justicia, con amigos o solo, con la seriedad y la carcajada
o la comedia coexistiendo con el erotismo, el anime a llegado para quedarse
y para dar rienda suelta a esa emoción
que el sistema se ha encargado de reprimir, entre el cabello con peinado y
color extraño, los ojos inmensos que comunican más que las palabras digámosle
si al amor, si a la aventura, si a la
fantasía, si al ÁNIME…
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